viernes, 22 de julio de 2011

Carlos Sánchez sale a hombros en el primer festejo de Cabanillas del Campo



Ilusión: esperanza cuyo cumplimiento resulta especialmente atractivo. Esfuerzo:  Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. Superación: Acción de vencer obstáculos o dificultades. Compañerismo: armonía y buena correspondencia entre ellos. Competencia: Oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa. Estas son algunas de las acepciones que la Real Academia Española propone para los valores que mejor encarnan los alumnos de las escuelas taurinas.

Ayer, en el primer festejo de la feria taurina de Cabanillas del Campo, los alumnos de la Escuela Taurina de Guadalajara, Carlos Sánchez y Adrián Centenera, Ángel Sanchez y el malagueño José Antonio Lavado se encargaron de dar buena cuenta de ello aunque con distinta fortuna.

Poca fortuna tuvo Centenera con el primero de la tarde, un animal áspero al que recibió con una larga seguida de verónicas y en el que Adrián Henche llevó a cabo un buen quite por gaoneras. A continuación, fueron los propios Adrián Henche y Centenera los encargados de interpretar el tercio de rehiletes. Con la muleta, el becerro otorgó escasas posibilidades y poco más pudo hacer el becerrista oriundo de la localidad alcarreña de Alhóndiga. Su esfuerzo fue premiado con una vuelta al ruedo.

Ángel Sánchez, perteneciente a la Escuela Taurina de Colmenar Viejo que dirige D. Carlos Aragón Cancela, eligió también los lances por verónicas para recibir a su oponente. Fue este un becerro con el que nunca llegó a acoplarse realmente arrebatándole el animal en algunos momentos la franela y pasando momentos verdaderamente comprometidos. Como epílogo de faena dibujó bernadinas y tras una estocada perpendicular en la que resultó volteado, dio la vuelta al ruedo.

Cambió el signo de la tarde con el tercer becerro que fue lidiado y estoqueado por el becerrista local Carlos Sánchez. Recibió Sánchez al animal a porta gayola instrumentando a continuación, otra larga cambiada casi en los medios y haciéndose enseguida con el favor de sus paisanos.Se encargó él mismo de poner los palos con brillantez y tras un buen comienzo de faena con dos ajustados pases cambiados, realizó una labor que fue de menos a más y  tuvo como firma genial una buena estocada a pesar de la cual, debió emplear en una ocasión el descabello. Cortó las dos orejas.

Al malagueño José Antonio Lavado, que cerró plaza, se le vio con ganas de agradar pero se apreció en él cierta falta de mentalización ya que, tan pronto como vislumbró la escasa condición del becerro que le tocó en suerte no fue capaz de volver a centrarse en su labor.

Plaza de Toros de Cabanillas del Campo. Media entrada. Primer festejo de abono. Adrián Centenera (Escuela Taurina de Guadalajara) vuelta al ruedo; Ángel Sánchez (Escuela Taurina de Colmenar Viejo) vuelta al ruedo; Carlos Sánchez (Escuela Taurina de Guadalajara) dos orejas y José Antonio Lavado (Escuela Taurina de Málaga) silencio.


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